martes, 28 de septiembre de 2010

Las aves del lugar

Mi querido sobrino Gobo, mi segunda carta es para comentarte algo que he notado y creo que te podría ser de interés.

Las palomas, las he buscado y no las encuentro. Lo único que puedo localizar son unos pájaros negros, ya sabes de esos que si los crían te sacan los ojos. Son más grandes con un pico que impresiona y tienen un graznido desagradable. Parece ser que en la década pasada hubo una plaga de palomas y lo que hizo el gobierno fue hacer experimentos con cuervos. Desgraciadamente cuando los soltaron no previeron que una vez los cuervos hubiesen matado a todas las palomas terminarían ocupando su nicho biológico. Ver como un cuervo se acerca a ti pidiendo migajas de pan o un trozo de carne no es agradable.

Esta gente ha conseguido lo imposible sobrino, echo de menos a las palomas.

Atentamente tu amantisimo tio Matt

Los conductores felices

Mi querido sobrino Gobo, he llegado a una tierra lejana. Llevo aquí solo una semana y no termino de acostumbrarme a las extrañas costumbres del pais.

Quizas lo mas extraño para mi ha sido al irme a sentar en un coche, aquí el copiloto le ponen un artilugio redondo delante y unos pedales en el suelo y lo más interesante es que en el asiento del conductor no hay nada de eso. Aquí son mucho más comodos y señoritingos y el conductor le deja todo el trabajo duro al copiloto, quien tiene que conducir por él. Quizás sea una reminiscencia de cuando poseían la India que aun no han podido quitarse.

Lo cierto es que si me dejan elegir prefiero el asiento del conductor.

Atentamente tu amantisimo tio Matt